Sentado, taciturno, pensativo, meditabundo, estaba este carnal, solo en su cuarto y frente a él, una mesa desordenada de papeles y periódicos, aquella mañana la mente amaneció traviesa…bueno, a veces uno amanece travieso y de alguna manera hay que dar rienda suelta a la imaginación, porque es horrible quedar frustrado. En eso ante mí resaltaba un titula periodístico “MÙSICO MUERE TOCANDO”, entre mí pensé “ya quisiera ser músico para tocar hasta morir” o para “amanecer tocando todos los días”, pienso que un buen músico debe enseñar a tocar algún instrumento a su esposa, porque nadie tiene la vida comprada, y de esta manera la viuda se gane la vida tocando, no cabe duda yo estaba en trance, el titular periodístico de “Marras”, había trastocado mis emociones dormidas, para convertirme en un volcán con una erupción incontenible de ideas…no pude mas, mi mano traviesa lentamente cogió el lápiz…mi eterno compañero, y empezó a desparramar su ingenio sobre este papel, para dar vida a “LA VIUDA”.
Efectivamente, en este pequeño y solitario cuarto estaban yo, el lápiz, el papel y la viuda, los elementos necesarios para una encarnizada batalla intelectual – humorística…espero que no me falte el papel para terminar esta historia y salir satisfecho…con ustedes, “LA VIUDA” (Oscar Alvarado 21-09-07)
Efectivamente, en este pequeño y solitario cuarto estaban yo, el lápiz, el papel y la viuda, los elementos necesarios para una encarnizada batalla intelectual – humorística…espero que no me falte el papel para terminar esta historia y salir satisfecho…con ustedes, “LA VIUDA” (Oscar Alvarado 21-09-07)
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